El control ideológico ha reducido los conocimientos médicos y sanitarios a un conjunto de reglas y conocimientos sólo para especialistas, secuestrados en el “sancta sanctorum” de lo reconocido como profesional. ¿Cómo entender la ignorancia en que respecto a tan trascendentales materias se sume a la humanidad en pleno? ¿Por qué no se incluyen determinados conocimientos médicos entre las variadas y hasta pintorescas materias que se acumulan durante la primera y segunda enseñanza? ¿Por qué se rechaza, corporativamente, cualquier posible recuperación de las diversas medicinas marginales? ¿Por qué se impide, de la misma forma, una verdadera racionalización del sector sanitario?
Estos y otros interrogantes son los que se plantea el autor a lo largo de su obra.
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